Los deepfakes son montajes audiovisuales hiperrealistas en los que se cambia la cara y la voz del protagonista mediante la utilización de técnicas de inteligencia artificial, estos se han multiplicado considerablemente en los últimos meses y los expertos en ciberseguridad alertan de que esta práctica puede ser utilizada para cometer todo tipo de fraudes.
Según expone José Battat, director general de la empresa de ciberseguridad Trend Micro, las amenazas persistentes y variadas requieren una seguridad multiplicada que proporcione detección y protección en tiempo real. La empresa también afirma que la suplantación de la voz mediante estas herramientas es fácil y convincente. Por lo tanto, esta técnica puede ser muy efectiva para engañar a personas con cargos de responsabilidad en alguna empresa.
Ante este problema, China ha decidido acabar con la proliferación de los deepfakes y ha prohibido tanto su creación como su distribución convirtiéndose en el primer país del mundo en hacerlo. Esto forma parte de una modificación de la actual ley de contenido que pretende eliminar las 'fake news', la modificación entrará en vigor el 1 de enero de 2020.
Las plataformas de streaming, las cadenas de televisión, las agencias de publicidad y cualquier empresa que comparta vídeo de forma masiva deben indicar si su contenido ha sido creado usando herramientas de inteligencia artificial. Sin embargo, los ciudadanos tienen completamente prohibido tanto su creación como su distribución aunque se indique que se trata de un vídeo falso.
Las plataformas de streaming, las cadenas de televisión, las agencias de publicidad y cualquier empresa que comparta vídeo de forma masiva deben indicar si su contenido ha sido creado usando herramientas de inteligencia artificial. Sin embargo, los ciudadanos tienen completamente prohibido tanto su creación como su distribución aunque se indique que se trata de un vídeo falso.
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